Paula Álvaro Arroyo

De niña quise ser profesora y recepcionista de hotel hasta que llegó el día, en el instituto, en el que me di cuenta de dos cosas: mi trabajo sería con personas y estaría relacionado con las ciencias de la salud.

Decidí entonces-era el año 2005-aún sin tener muy claro en qué consistía exactamente, estudiar fisioterapia. La carrera me entusiasmó y cuando empecé a trabajar me acabé enganchando del todo. 

¡Me apasiona el trato con las personas! 

Nací en Pedraza, un pueblo de Segovia y allí están mis raíces, mi familia, mis amigos, mis fiestas, mi mundo.

Me mudé a Madrid con 18 años y me diplomé en Fisioterapia por la Universidad Rey Juan Carlos.

Volví a Segovia donde tuve mi primera experiencia profesional como fisioterapeuta.

Me fui a la aventura a Manchester, allí viví un año y medio y aprendí mucho (inglés y otras cosas de la vida).

Vuelta a España, a Madrid; ya nos conocíamos de antes, pero esta vez me acabé de enamorar de la ciudad y aquí me quedé; y es que realmente, Madrid me mata.

Empecé a trabajar en una clínica privada: siete años de aprendizaje continuo, profesional y personal. ¡Gracias por todo lo que me enseñásteis!

Completé el Máster Oficial de Fisioterapia Manual del Aparato Locomotor, de dos años, en la Universidad de Alcalá de Henares.

Me he formado, y sigo haciéndolo, en diferentes técnicas de fisioterapia: reeducación postural, vendaje kinesiotape, punción seca…

Me hice autónoma y comencé mi proyecto de la fisio de paula en 2018, el cuál empezó llevando mi fisioterapia a donde hiciera falta. Trabajaba como fisioterapeuta a domicilio en Madrid.

Tocaba volver a estudiar, los fisios tenemos esa manía de no parar de estudiar nunca. Decidí hacer un posgrado en Fisioterapia de suelo pélvico. Con la mejor, Laura Calzado. ¡Y mientras estaba en ello, llegó la pandemia! Jamás hubiese imaginado que viviríamos algo así.

Entre todo esto, me dí cuenta de que trabajar a domicilio en Madrid supone mucho tiempo y no tenía horas suficientes para compaginar mi trabajo con el resto de mi vida. Y eso me frustraba y no me permitía estar al 100%. Por eso decidí asentarme en un sitio concreto. No me servía cualquier espacio ni cualquier barrio. Quería Arganzuela (el mejor barrio de Madrid) sí o sí. Después de dos años buscando, y gracias a la ayuda de Alberto, mi familia y las Abad&company, encontramos el lugar perfecto. Un espacio lleno de calma, bonito, agradable, al que apetece ir…y en el que te sientes como en casa. Y al lado de mi casa.

¡Lo tenía! Y entonces, me quedé embarazada. Y buscando ayuda apareció María. La vida, una vez más, me regalaba algo maravilloso. María es dulce, inteligente, una fisio increible, divertida, sensible, soñadora, valiente, organizada, empática, tolerante, respetuosa…y puedo confiar en ella por encima de todo. Así el equipo de la fisio de paula creció y ahora somos dos. ¡Gracias, María por tanto!

Mis ansias de aprender y seguir creciendo no paran. Ya tengo nuevos proyectos entre manos.

Y hasta aquí. Soy Paula, soy madre, hija, hermana, amiga, amante…Soy dulce, positiva, insistente, soñadora, impaciente, curiosa, creativa, sensible. Estoy aprendiendo a no procrastinar y a saber callarme. Amo la fisioterapia y, por encima de todo, el trato con las personas (este es mi mayor hobby, lo que más me gusta del mundo).

Lo más bonito que me habéis dicho mis pacientes: que os transmito mucha paz.